martes, 13 de septiembre de 2011

CINE MUSICAL- INFORMACION.

El cine musical es un género cinematográfico que se caracteriza por películas que contienen interrupciones en su desarrollo, para dar un breve receso por medio de un fragmento musical cantado o acompañados de una coreografía.
En los comienzos de este género, el fragmento musical tenía como objetivo impresionar, sin mantener mucha conexión con el desarrollo narrativo. Sin embargo, al alcanzar su madurez, se estilizó el género y los números concatenan la historia.
Ningún otro género cinematográfico, ni siquiera el western, es tan inequívocamente estadounidense como el musical. El concepto del espectáculo que impera en todos los aspectos de la sociedad de EE. UU. alcanza uno de sus máximos exponentes en el cine y, dentro de él, en las elaboradas coreografías, las melodías inolvidables y las obras maestras que ha dado el musical.

Que los personajes de la pantalla se pusieran a hablar, sirvió no sólo para que el cine alcanzara la madurez técnica al tiempo que sacrificaba el star system del cine mudo. Sirvió también para alumbrar un género que hasta entonces técnicamente no existía. En los Estados Unidos de F. Scott Fitzgerald, que casi se vendría abajo con el Crack, se estrenó la primera película sonora (parcialmente) para que las melodías de Cole Porter, George Gershwin o Irving Berlin se trasladaran de las plateas elitistas de las grandes ciudades, a los salones de cine de cualquier pueblo. El cantante de jazz fue el bautizo del género, que llegó e hizo explotar el sonoro, y lo hizo para quedarse.

La decadencia del género
Durante las tres décadas siguientes, el género languideció, abandonado por el público y los grandes estudios, que no financiaron más que proyectos puntuales, y en los que sólo sobresale un nombre, el de Bob Fosse. Sus filmes Cabaret y All That Jazz (1979) son los mejores exponentes del género en la década de 1970.
Mención especial debe hacerse de seis musicales de la misma década: Hair del director Miloš Forman; Grease (1978), con las actuaciones de Olivia Newton John y John Travolta, Cabaret (1972), con la actuación de Liza Minnelli, A star is born, con las actuaciones de Barbra Streisand y Kris Kristofferson y Jesucristo Superestrella, los que sin duda son los más destacables de la década.
En la década de 1980, la película Annie permitió recordar la grandeza del género.
En 1996, Madonna y Antonio Banderas protagonizaron Evita.
Alan Parker rodó tres en las décadas de 1980 y 1990 Fame, The Commitments, Evita. El director danés Lars von Trier sorprendió a todos con Dancer in the Dark.
Las décadas de 1980 y 1990 también vieron renacer el musical con una nueva vertiente: los dibujos animados. En este sentido, los estudios Disney produjeron la que se podría haber considerado la mejor película musical en este formato: La bella y la bestia. Asimismo, produjeron La sirenita. En 1997 la Twenty Century Fox produjo Anastasia.

 

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